martes, 6 de agosto de 2013

La planicie, por Jean/Hans Arp, versión en español.

"La Planicie

Estaba sólo junto a una silla en la planicie
que se perdía en un horizonte vacío.

La planicie estaba impecablemente pavimentada.
Nada, nada en lo absoluto salvo la silla y yo
había en ella.

El cielo estaba siempre azul,
ningún sol le daba vida.

Una inescrutable, insensible luz
iluminaba la planicie infinita.

Pero este día eterno parecía proyectado --
artificialmente-- desde una esfera diferente.

Nunca me daba sueño o hambre o sed
jamás calor o frío.

El tiempo era sólo un fantasma incomprensible
pues nada sucedía o cambiaba.

En mí el Tiempo aún vivía un poco
gracias, sobretodo, a la silla.

Debido a mi ocupación con ella
nunca perdí del todo
la noción del pasado.

Desde entonces me ensillé a mí mismo, como si fuera un caballo, a la silla
y troté por el lugar con ella,
algunas veces en círculos,
otras en línea recta.

Asumo que lo he conseguido.

Si en verdad lo hice no lo sé,
pues no había nada en el espacio
para verificar mis movimientos.

Sentándome en la silla medité tristemente, pero sin desespero,
sobre por qué el núcleo del mundo rezuma una luz tan negra"
--Jean/Hans Arp

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