martes, 1 de septiembre de 2015

Considerémos, por Roger Edson

Consideremos al granjero que hace de su sombrero de paja su pareja; o a la anciana que hace de una lámpara de pie su hijo; o a la joven mujer que se ha dado a la tarea de arrancar su sombra de una pared...
Consideremos a la anciana que vistió lenguas de vacas ahumadas por zapatos y caminó por un prado reuniendo boñiga en su delantal; o a un espejo oscurecido por el tiempo que fue entregado a un hombre ciego que gastaba sus noches viendo en su interior, lo cual entristecía a su madre, que su hijo pudiera estar tan perdido en la vanidad...

Consideremos al hombre que fritó rosas para su cena, cuya cocina olía como un jardín de rosas encendido; o al hombre que se disfrazó de polilla y se comió su abrigo, y de postre se sirvió un sombrero refrigerado... 

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